Sabemos que las crisis económicas en los países hacen mucho daño, no solo a la economía de las personas, sino también a los animales, que muchas veces tienen que ser abandonados por sus dueños cuando no pueden alimentarlos.

Theoklitos Proestakis, conocido localmente como Takis, dirige un refugio en el sur de Creta y ha salvado a más de 200 perros en los últimos tres años.

Takis, un antiguo dentista, ha res en zonas deshabitadas donde se arrojan desechos. Perros con sus patas rotas, hambrientos, delgados, enfermos y moribundos. Algo que afectó mucho a Takis cuando vio toda esa realidad.nunciado a todo para cuidar a los perros después de encontrarse «aturdido» por el sufrimiento por el que estaban pasando los animales en su pueblo de Lerapetra.

Había demasiados perros abandonado

«Estoy en el refugio prácticamente solo. Tuve la necesidad de vender mi coche, me he quedado sin dinero, y ya no me queda nada más. Además, tuve que solicitar que me prestaran dinero».

Afirmó Takis en aquel momento.

Takis señaló también que las autoridades locales son incapaces y no están dispuestas a ayudar a financiar el refugio. A Takis le cuesta 1.300 euros mensuales la alimentación para todos los perros, y 700 euros extras para pagar las facturas de los veterinarios. Él cita los altos costos que rodean la alimentación y el tratamiento de un perro como la razón principal por la que la gente abandona a sus mascotas.

Explicando por qué decidió establecer el refugio, dijo:

«Una mañana me dirigí al basurero y me encontré con realidades horribles allí. La cantidad de perros era tan numerosa que inmediatamente supe que tenía que hacer algo por ellos».

«Mi idea desde el principio fue ayudarlos. Por lo tanto, comencé a cuidarlos, a llevarles comida y agua, y me sentí tan feliz cuando vi que empezaban a fortalecerse».

Sin embargo, la gente que vive en el barrio empezó a enfadarse mucho con Takis y a decirle que iban a matar a los perros porque se estaban convirtiendo en una molestia. Así que empezó el refugio como un lugar seguro donde poder guardarlos.

Durante los últimos tres años, el refugio ha sobrevivido principalmente con fondos de su propio bolsillo y donaciones de personas de América y otros países de Europa.

Takis trabaja siete días a la semana y, cuando regresa a su propia casa, publica fotos de sus perros en las redes sociales en un intento de encontrarles un hogar. Hasta ahora ha logrado dar en adopción a unos 40 perros.

Pero en la actualidad, todo ha cambiado para Takis, ya que la gente, al ver su gran esfuerzo y trabajo, ha comenzado a hacer donaciones para todos sus perros.

«Las personas del lugar vieron las fotos y ahora desean ayudar. Aún mantengo en pie mi refugio, y con estas donaciones ahora vuelvo a tener esperanza».

«Así es mi vida, añadió Takis. Es un tanto complicada, pero realmente me encanta. Trabajo muy duro en el refugio, pero todo vale la pena cuando veo que los perros sienten felicidad y disfrutan el volver a confiar nuevamente en las personas».