Esta perra mamá mantuvo a todos sus cachorros a salvo durante un huracán, y ahora está a punto de reunirse con ellos un año después.

Hace un año, Abilene luchaba por sobrevivir mientras llevaba a sus cachorros uno por uno lejos de las crecientes aguas del huracán Harvey.

Como directora ejecutiva y fundadora de Angel City Pit Bulls (ACPB), Katie y otros miembros del equipo de ACPB estuvieron en el terreno justo después de que el huracán Harvey azotara, trabajando con Best Friends Animal Society para ayudar a las mascotas afectadas por la tormenta. Fue entonces cuando conoció a Abilene y se enamoró de ella por primera vez.

Pero Abilene no estaba sola, ya que tenía cuatro cachorritos, a los que con las aguas de la inundación a su alrededor, los llevó a un lugar seguro a uno por uno.

Sin embargo, a pesar de estar cansada, hambrienta y necesitada de atención médica, Abilene estaba de buen humor.

Katie llevó a la familia a su refugio, y aunque Abilene y sus cachorros estaban en buenas manos con todas las demás mascotas alojadas en el centro de rescate, pronto necesitarían un lugar seguro a donde ir. Por suerte para ellos, Katie sabía exactamente dónde estaba ese lugar seguro: su casa, en Los Ángeles.

Katie no tenía la intención de hacer de Abilene un miembro permanente de su familia. Después de todo, como directora ejecutiva de un grupo de rescate, ella normalmente criaba perros y luego se iban a otros hogares. Pero tampoco contaba con que Abilene llenaría su corazón de tanta alegría.

Aunque Abilene siempre ha sido un encanto, le llevó un poco de tiempo instalarse en su nuevo hogar. Debido a que había estado luchando por su cuenta para sobrevivir durante tanto tiempo, recogía todo lo que podía de la casa y lo ponía en su caja.

Físicamente, Abilene hizo una transformación total. Cuando fue rescatada por primera vez, tenía un peso inferior al normal y padecía una terrible infección cutánea. Pero hoy, su pelaje y su peso han vuelto a la normalidad, y está libre de parásitos.

En cuanto a los cachorros de Abilene, les va tan bien como a ella. A las ocho semanas de edad, todos fueron adoptados. La mejor parte es que sus adoptantes todavía se mantienen en contacto. De hecho, cuando los cachorros cumplieron un año, todos tuvieron una fiesta de cumpleaños y, por supuesto, Abilene fue la primera en ser invitada.

Abilene está exactamente donde necesita estar: rodeada de todo el amor que se pueda dar.