A punto de aplicarles la eutanasia, perra mamá protege a su cachorro atemorizado

Si piensas rápidamente que el cariño de una perra mamá hacia su cachorro resulta menos verdadero que el de una persona, te proponemos descubrir el duro momento que vivieron Sadie y Benzy en un refugio.

Ambos perros fueron abandonados en un refugio dedicado a terminar con vidas caninas en Texas. Inseguros y atemorizados por lo que les depararían las horas siguientes, se sentaron uno al lado del otro en una insensible celda de cemento con sus cuerpos temblorosos.

Tanto la madre como su cachorro dieron una imagen tan lamentable que los empleados del refugio los filmaron para compartir la situación de estos canes en las redes sociales con la esperanza de que serían adoptados antes de que fuera demasiado tarde.

Se puede ver claramente el temor en sus miradas a la vez que se estremecían en su celda. La perra mamá pretendía ansiosamente consolar al cachorro Benzy, que se escondía ansioso detrás de su madre.

Sadie no entendía qué hacer ni cómo auxiliar a su pequeño hijo. Ella ya sabía la difícil situación a la que estaban condenados, y por eso mismo entendía el miedo de su cachorro.

Miles de perros son asesinados diariamente en los refugios de animales en EE.UU., algo que representa una gran crueldad. Y estos dos perros estaban destinados a eso.

Varios empleados del refugio deseaban desesperadamente que la madre y su hijo fueran adoptados, por eso compartieron el agonizante video en los medios sociales.

Así apareció el grupo de rescate Rescue Dogs Rock, que compartió el video y más tarde fue una joven con un corazón de oro la que decidió hacerse cargo de los perros.

Dava Hammack sabía que Sadie y Benzy necesitaban ayuda. No entendía cómo nadie los había adoptado aún.

Aunque se encontraba a nueve horas de distancia con cuatro perros, viajó hasta el refugio, convencida de que en su hogar ambos perros estarían mucho mejor que en el refugio.

Finalmente, los perros fueron transportados a la casa de Dava. Les llevó algo de tiempo adaptarse al nuevo hogar, aunque ya no están temblando de pánico por sus vidas. Ahora son felices y reciben mucho amor, todo gracias a la piedad que Dava tuvo con Sadie y Benzy.