Bolillo: la mascota que hace parte de la caravana de migrantes hondureños que viajan a Estados Unidos

Se sabe que la situación en algunos países de Centroamérica es bastante delicada por los números problemas en la economía, lo que ha provocado grandes índices de pobreza en la mayoría de ellos.

Honduras no es la excepción, y con el afán de buscar un mejor futuro, miles de hondureños se encuentran desplazándose lentamente hacia Estados Unidos, a donde esperan ingresar en las próximas semanas en busca de una mejor calidad de vida.

El camino es largo y peligroso, ya que esta caravana de migrantes, unos 7000 según estimaciones de la ONU, no tiene dinero, viaja con lo justo y no conoce el camino por donde transita.

Algunos trayectos los hacen caminando y otros con el medio de transporte que encuentren. Adalberto López es uno de los miles de hondureños que desean llegar a Estados Unidos, pero además de viajar con sus familiares, lleva a un amigo muy especial: un perro de raza Pitbull llamado Bolillo.

Bolillo es un bello perro muy manso, que en Honduras era llamado “La Bestia”, en alusión al tren que traslada mexicanos a Estados Unidos. Pero en México recibió el actual nombre porque bolillo es un pan típico mexicano, la dieta que está llevando a cabo este Pitbull en este extenso viaje.

Su dueño, Adalberto López, asegura que se le ocurrió llevar a Bolillo consigo porque no podía dejarlo con nadie en Honduras, y que está seguro de que estará con su mascota hasta sus últimos días.

Bolillo es la gran atracción en esta caravana, y son muchas las personas que se acercan para acariciarlo cuando se detienen en algún pueblo mexicano a descansar, para después emprender nuevamente viaje hacia la frontera norte de México.

Este Pitbull ya recorrió más de 800 kilómetros junto a su dueño y el resto de la caravana. Es un viaje sin dinero y comiendo lo más barato que encuentran. Pero las ilusiones son grandes.

A pesar de ser un viaje cansador y peligroso, Adalberto tiene a su perro Bolillo, con el que puede distraerse un rato y sobrellevar todo el recorrido que aún les falta para llegar a Estados Unidos.

No solo le deseamos el mejor desenlace a esta caravana de migrantes, sino también y especialmente a Bolillo, que se merece ya un poco de descanso y recibir una vida feliz, como todo perro.