La inspiradora historia de Putol: nació con solo dos patas, pero un joven logró lo que nadie creía posible

No siempre es fácil la vida para los animales. Por ejemplo, los perros pueden nacer en la calle, pueden ser abandonados por sus dueños, sufrir de graves enfermedades, ser maltratados o tener alguna deformidad física desde el nacimiento, como fue el caso de Putol.

Esta perra, llamada Putol, nació solo con las dos patas delanteras, pero a falta de sus dos patas traseras, jamás dejó que su deformidad la detuviera. Y demostró ya desde pequeña sus ganas de vivir y de superarse, sin importar todos los obstáculos que ya la esperaban a lo largo de su vida.

A medida que pasaba el tiempo, los hermanos de Putol iban siendo adoptados, consiguiendo nuevas familias y hogares dispuestos a darles amor. Sin embargo, a Putol nadie la quería, ya que todos suponían que sería un gran problema cuidarla.

Como sucede en la mayoría de estos casos, Putol no sería adoptada por nadie, debido a la falta de sus dos patas traseras. Sin embargo, con la ayuda de su dueño, Danilo Codilego Jr., esta perrita de seis años de edad ha aprendido a correr notablemente rápido con sus dos patas delanteras, tal y como lo demuestran sus adorables imágenes.

En la actualidad, Putol, después de un largo aprendizaje, es vista a menudo corriendo con otros perros y explorando las calles laterales y las alcantarillas de Casigurán, en Filipinas.

Es notable el cambio que supo experimentar esta perra gracias a la gran ayuda que le brindó Danilo durante tantos años. Primero, porque aunque todos pensaban que tendría una mala vida, Putol supo vivir bien, ser feliz y tener un gran dueño.

Y por sobre todo, esta perra deja un importante mensaje motivador no solo para los animales que la rodean, sino también para los seres humanos, quienes muchas veces se equivocan y se comportan mal con los animales.

A pesar de que muchas personas negativas afirmen que es algo que no tiene sentido el ayudar a perros con estas deformidades, a pesar de las trabas económicas que muchas veces están presentes para alimentarlos o medicarlos, cuando un ser humano tiene un grandioso corazón como el de Danilo, todo es posible.

No siempre es fácil la vida para los animales. Por ejemplo, los perros pueden nacer en la calle, pueden ser abandonados por sus dueños, sufrir de graves enfermedades, ser maltratados o tener alguna deformidad física desde el nacimiento, como fue el caso de Putol.

Esta perra, llamada Putol, nació solo con las dos patas delanteras, pero a falta de sus dos patas traseras, jamás dejó que su deformidad la detuviera. Y demostró ya desde pequeña sus ganas de vivir y de superarse, sin importar todos los obstáculos que ya la esperaban a lo largo de su vida.

A medida que pasaba el tiempo, los hermanos de Putol iban siendo adoptados, consiguiendo nuevas familias y hogares dispuestos a darles amor. Sin embargo, a Putol nadie la quería, ya que todos suponían que sería un gran problema cuidarla.

Como sucede en la mayoría de estos casos, Putol no sería adoptada por nadie, debido a la falta de sus dos patas traseras. Sin embargo, con la ayuda de su dueño, Danilo Codilego Jr., esta perrita de seis años de edad ha aprendido a correr notablemente rápido con sus dos patas delanteras, tal y como lo demuestran sus adorables imágenes.

En la actualidad, Putol, después de un largo aprendizaje, es vista a menudo corriendo con otros perros y explorando las calles laterales y las alcantarillas de Casigurán, en Filipinas.

Es notable el cambio que supo experimentar esta perra gracias a la gran ayuda que le brindó Danilo durante tantos años. Primero, porque aunque todos pensaban que tendría una mala vida, Putol supo vivir bien, ser feliz y tener un gran dueño.

Y por sobre todo, esta perra deja un importante mensaje motivador no solo para los animales que la rodean, sino también para los seres humanos, quienes muchas veces se equivocan y se comportan mal con los animales.

A pesar de que muchas personas negativas afirmen que es algo que no tiene sentido el ayudar a perros con estas deformidades, a pesar de las trabas económicas que muchas veces están presentes para alimentarlos o medicarlos, cuando un ser humano tiene un grandioso corazón como el de Danilo, todo es posible.